El 6 de noviembre se vivió una noche cálida. Mar del Plata, pese a sus vientos fríos, fue el punto de encuentro para la reedición del encuentro de cine argentino realizado el año pasado en el Teatro Enrique Carreras. Esta nueva edición no solo repitió sede, sino que también igualó la convocatoria de espectadores. En la apertura se reafirmaron los fundamentos de la iniciativa: enfrentar las políticas actuales del INCAA y demostrar que hay un público interesado en el cine argentino.
Como contrapunto, a dos cuadras del Enrique Carreras, estaba ocurriendo la alfombra roja de la 40° edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Un evento deslucido, tanto que apenas llamó la atención de los transeúntes ocasionales. Acreditados que parecían estar más interesados por tener su fotografía con el cartel de este año que en la película de apertura —o en el cine como un acto artístico—. Tanto fue el desapego emocional, que apenas pude presenciar más que unos minutos. La pequeña cantidad de personas ajenas al festival continuó presenciando, acompañados de sus mascotas —que ladraban y hacían más ruido que la propia ceremonia—, la entrada de personalidades menores, tal vez con la intriga y la esperanza de cruzarse con alguna cara familiar.
Diciembre, de Lucas Gallo, fue la encargada de la apertura de Fuera de Campo 2025. Un documental realizado, íntegro, con material de archivo. Sigue los sucesos políticos que ocasionaron el estallido social del año 2001. Una película bastante intensa que se va construyendo en paralelo a la manifestación popular de ese diciembre; no fue extraño escuchar comentarios de reproche, entre los espectadores, frente a las diferentes expresiones durante la proyección.
La segunda película de la noche estuvo a cargo del Cineclub Dynamo (Carlos Müller) y Filmoteca (Fernando Martín Peña) en colaboración con el evento. Se proyectó en 16mm Gente Bien (1939), de Manuel Romero. Como nos tiene acostumbrados, Peña presentó la película dando una pequeña clase de historia del cine. Antes de comenzar la proyección, le preguntaron por qué las tres películas que se proyectarán en 16mm tienen actuaciones de Hugo del Carril, a lo que respondió: “Si él estuviera aquí, estaría de este lado”.
La primera jornada terminó a las 1:30 para este espectador, que se retiró cuando terminó la proyección, ansioso por descansar y llegar en perfectas condiciones para el siguiente día. La muestra de cine argentino tiene todo el resplandor de un festival.
